Ubicado al norte de Londres, Tottenham fue originalmente un área de campo, un huerto para la creciente población. En 1872 el Great Eastern Railway abrió su estación en White Hart Lane, llevando mano de obra barata a Londres que tuvo como consecuencia la expansión de la vivienda.
Siglo y medio después, Tottenham planeaba regenerarse, buscando una estación emblemática y White Hart Lane Station fue un elemento clave. La nueva estación tenía como objetivo brindar un mayor flujo de pasajeros, incluyendo la capacidad del manejo de multitudes que asisten a los partidos de fútbol en el estadio de Tottehham Hotspurs.
La emblemática fachada se inspira en la horticultura del área; los arreglos verticales en zigzag de las macetas en la celosía son un elemento clave en el esquema de iluminación pues se revelan como una capa de siluetas sobre la iluminación del interior. Las siluetas de las macetas hacen que el exterior sea relativamente oscuro con mínima iluminación fugitiva proveniente del interior.
Cada diseño de iluminación trae sus propios desafíos, en White Hart Lane Station el presupuesto no fue el único: la geometría de los edificios en la explanada hicieron difícil alcanzar el criterio de uniformidad y deslumbramiento exigido para una estación de tren. Algunos lineamientos del diseño impedían que las luminarias pudieran ser montadas en el techo o el piso. El plafón a pesar de ser hermoso era de baja reflectancia, al igual que las paredes de vidrio y los “muros de macetas”. Los niveles inferiores estaban obstruidos por escaleras en su mayoría. Las ubicaciones de montaje eran muy limitadas.
Al construir un unificado y muy detallado modelo de iluminación de toda la estación, incluyendo plataformas y espacios públicos, cada área tomó la iluminación de áreas adyacentes, potencializando el uso y el valor de cada luminaria. Cada una de estas se diseñó para que cumplieran con varias funciones a la vez: las luminarias ascendentes del vestíbulo no sólo reducen el nivel de deslumbramiento de los proyectores principales que iluminan el piso, también iluminan con luz cálida el plafón de cedro. Se tuvo un especial cuidado en minimizar las luminarias brillantes a la vista, promoviendo vistas generales de toda la estación que permiten una lectura fácil de la orientación, las superficies y la estructura.
La estación iluminada se ha descrito como una linterna, un faro para el viajero, donde la iluminación revela las distintas capas que envuelven el proyecto. El viaje visual a través de la estación es hermoso y visualmente cómodo, un verdadero cambio comparado con otras estaciones a lo largo de la línea.
Además de sus méritos arquitectónicos y funcionales, la estación proporciona un espacio seguro en un área relativamente oscura y poco privilegiada, frecuentada por multitudes en días de partido. La iluminación crea con éxito un entorno para que las personas se reúnan, se refugien y transiten por él.