El angosto sitio orientado de norte a sur, típico de las town houses de Manhattan, presentó un enorme reto a los arquitectos, Gluck+ para llevar luz al interior de la casa y unificar los espacios interiores. Comúnmente estas condiciones son atendidas acomodando los espacios de vivienda hacia la fachada sur y concentrando funciones independientes de la luz alrededor de una escalera central, condenando las habitaciones orientadas al norte a una cantidad de luz limitada. En este caso, al tener el elevador y la estructura de la escalera ocupando el lado norte y acomodando ventanales de altura completa en los lados, la luz es llevada dentro y a través de toda la casa. Para llevar el flujo de luz hacia el centro de la casa durante días grises, la luz artificial está distribuida en el uso de wall sconces y algunas fuentes empotradas. El volumen vertical de la escalera es reforzado con una cascada de pendants que sirven para iluminar suavemente el volumen y crear un brillo acogedor sobre la calle, mientras consigue obscurecer las vistas hacia los espacios privados.