Partiendo de un lienzo en blanco, esta casa para un artista comenzó con premisas arquitectónicas simples: reunir los espacios sociales alrededor de un pequeño núcleo que contiene todas las funciones técnicas, organizando las habitaciones alrededor del perímetro. Con sus fachadas abiertas, la casa mira hacia un barranco al norte de Chicago, rodeada de árboles y tierras silvestres. Se asienta en un paisaje como una linterna, sin embargo, la luz interior es modesta, rica en tonos y contrastes, áreas de luz individuales acorde a su función, ya sea exhibición de arte, una cena o cocinar.
El estudio del artista está iluminado con dos líneas de fluorescentes, la luz es dirigida hacia las paredes mediante simples reflectores de metal, dando como resultado un imperceptible baño de luz a los muros, sin pretensiones o adornos, permitiendo que el arte sea protagonista y que el artista trabaje libremente sin producir su propia sombra. Las luminarias para arte, además de iluminar las piezas proveen de luz necesaria a los corredores de forma limpia. En la isla ubicada en la cocina, una esbelta colgante provee una cálida iluminación hacia abajo, mientras que hacia arriba una gran cantidad de luz fría es dirigida al techo, para cuando las funciones de limpiar y cocinar lo demanden – la intensidad es moderada por la reflexión indirecta.
Las paredes dirigidas hacia las ventanas están en gran parte sin iluminación, evitando reflejos en el vidrio y preservando la vista durante la noche, las noches largas son una característica en la latitud norte.
Toda la iluminación es 2700K o más cálida (excepto el estudio del artista) y regulable, para suavizar el carácter del espacio. Los controles están limitados solo a la atenuadores de pared, al tener pocas luminarias, se evita el uso de un sistema de control.
Con excepción de las luminarias decorativas, las cuales no dejan de ser útiles y funcionales, la iluminación está disimulada por medio de detalles. A su vez, la cantidad de elementos visibles se mantiene en un mínimo absoluto. Los detalles son tanto indirectos como moldeados por los reflejos de los materiales iluminados adyacentes, de esta forma la luz se integra armoniosamente con la residencia.
En conclusión, esta casa es tranquila, un íntimo escape del mundo exterior, un espacio para experimentar a solas o quizá con algunos amigos.
No es necesario decir más, este proyecto tiene un enfoque mínimo y por lo tanto necesita pocas palabras.